El Lobo Fino de Juan Fernández (Arctocephalus Philippi) es un mamífero marino endémico de Chile, con distribución limitada al Archipiélago de Juan Fernández e Islas Desventuradas. Esta especie fue cazada intensivamente durante los siglo XVII y XIX, llegando a considerarse extinta hasta que en 1965 se redescubrió una pequeña colonia. Desde entonces esta especie se encuentra legalmente protegida, lo cual ha permitido una exitosa recuperación de sus poblaciones, estando actualmente catalogada como de preocupación menor.
Esta especie representa el segundo lobo fino más pequeño después del de Galápagos, y al igual que los demás otáridos, posee pabellón auricular externo y puede apoyarse en sus extremidades posteriores para caminar en tierra. Presenta dimorfismo sexual, siendo los machos de pelaje frondoso en cabeza y cuello y pesando hasta el triple que las hembras. Esta especie es polígina, lo que significa que un macho se reproduce con múltiples hembras, para lo cual los machos luchan agresivamente por el acceso a los sitios donde descansan las hembras. La reproducción tiene lugar durante el verano austral, y alrededor de 10 días después del parto, la hembra vuelve al mar para alimentarse, principalmente de cefalópodos y peces de aguas poco profundas, con viajes de aproximadamente 12 días, seguidos de 5 días de amamantamiento. La duración de estos viajes de alimentación es excepcionalmente prolongada en comparación con otras especies de lobo fino, pero la leche es rica en grasas y nutrientes que la cría utiliza como fuente de energía mientras la madre está ausente.
Aunque es el único lobo fino endémico de Chile y cuenta con una distribución geográfica limitada, así como características adaptativas únicas y una historia demográfica distintivas, el conocimiento científico sobre esta especie es muy limitado, siendo la menos estudiada entre los lobos finos.