El gato andino (Leopardus jacobita) es una especie de felino que habita en las elevadas y diversas regiones de los Andes sudamericanos. Este felino, de tamaño relativamente pequeño, presenta características morfológicas únicas que le permiten adaptarse a entornos variados. Con una longitud de cuerpo que oscila entre 50 y 65 centímetros y un peso de 3 a 5 kilogramos, el gato andino exhibe un pelaje denso y suave, generalmente de tonalidades grisáceas, adornado con manchas oscuras y una cola anillada. Su presencia se extiende desde los bosques subtropicales hasta los páramos de gran altitud, y su comportamiento, mayormente nocturno y solitario, se complementa con una dieta que incluye pequeños mamíferos, aves y roedores.
El gato andino forma parte integral de los ecosistemas andinos, contribuyendo a la diversidad biológica de la región. La pérdida de esta especie podría tener efectos cascada sobre otras especies y el equilibrio ecológico.
Dada su distribución en áreas de alta montaña, el gato andino ha desarrollado adaptaciones genéticas para sobrevivir en entornos desafiantes. Estudiar y preservar su genoma podría proporcionar información valiosa sobre la resistencia genética y las estrategias de adaptación a condiciones extremas.
La preservación del genoma del gato andino no solo contribuye a la protección de esta especie en particular, sino que también tiene implicaciones más amplias para la conservación de la biodiversidad y la comprensión de los mecanismos genéticos que permiten la adaptación y supervivencia en entornos únicos.